Durante mucho tiempo marcado por la influencia -y la afluencia- del cine norteamericano, pero sobre todo mexicano, Perú tardó en ofrecer obras originales. La única gran obra de mediados de siglo es "La Perricholi" y cuenta las aventuras amorosas y políticas de una joven andina de la alta sociedad de Lima.
La violencia política de los años 80 a 2000 limitó severamente las posibilidades de producción y de ayuda a la producción por parte del Estado, pero más tarde alimentó toda una ola de producción cinematográfica que relataba la barbarie de la violencia infligida en el campo, tanto por los terroristas como por el ejército ("Paloma de Papel", "En la Boca del Lobo", etc.).
Destacan algunos cineastas recientes: Francisco José Lombardi, que en 2003 ganó el premio al mejor largometraje en el Festival de Cine de Biarritz, dedicado a las producciones latinoamericanas, con la película "Ojos que no ven", que describe la caída del gobierno de Fujimori. También es conocido por la adaptación cinematográfica de La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. El otro cineasta que se ha hecho famoso es Claudia Llosa, la sobrina de Mario, con su película Made in usa. La descripción muy realista de la psicología y la vida de una joven que vive en los Andes es aún más impresionante en su película "La teta asustada", que ganó el Oso de Oro a la mejor película en Berlín en 2009.
En Lima hay varios estudios de producción y todos los años se celebra en París el Festival de Cine Peruano, Perú Pacha, cuya información puede consultarse en el sitio web (www.perou-pacha.com).